Guillermo Basagoiti (Madrid, 1972) crece en Asturias. El entorno artístico de su familia hace que desde temprana edad está en contacto con la posibilidad de lo imposible, la capacidad de crear. La libertad lo encuentra en lo táctil. Dedica su vida profesional al mar y a su taller donde crea desde el impulso.

Es artista autodidacta, cometido a moverse libremente entre disciplinas, en función de lo que el proyecto le pide. Trabaja intervenciones en situ, esculturas, libros de artista, trabajos en papel, madera, piedra, y hierro. Su obra tiene un fuerte vínculo con descubrir el material como herramienta de expresión, impulsada por la pregunta sobre que le rodea.

Para Basagoiti, su que hacer artístico es un proceso pulsional, intuitivo. La obra se presenta, primero, en su imaginario, desde su entorno; luego, se fabrica y, finalmente, se contempla. La idea cristaliza a posteriori. E incluso más tarde se añaden las palabras.